¿Dónde nos vamos este fin de semana? ¿Y si repetimos Toledo?
Este fue el instante en el que empezamos a preparar nuestra escapada.
A priori puede parecer un destino muy obvio, pero es de esos lugares que tienes que visitar de vez en cuando.
No es la primera vez que estamos aquí, pero si lo es con Bruce, nuestro perro, así que vamos a ver qué tal se nos da esta nueva aventura.
Toledo
Llamada la ciudad de las tres culturas, se encuentra ubicada a escasos 30 minutos por carretera de Madrid.
Y ¿por qué la ciudad de las tres culturas? Muy brevemente diremos que es porque aquí convivieron cristianos, musulmanes y judíos.
En esta ciudad respiras historia en cualquier rincón.
Donde aparcar
Dejamos el coche en el parking “Miradero” y nos alojamos cerca de la famosa Puerta de la Bisagra (S.XVI), en la zona norte de las Murallas.
Paseando por Toledo
Hay varias puertas de acceso, ésta se encuentra próxima a la Plaza Zocodover, centro neurálgico de la ciudad, lo que nos ha permitido recorrer el casco histórico con facilidad, aunque avisamos, ¡hay muchas cuestas! Pero cada una de ellas merece la pena, ya que es extraño no encontrar un edificio o un rincón que no te haga pararte a examinar cada detalle.
Hay muchísimos monumentos para visitar, y otros tantos que vimos por fuera por falta de tiempo, por no cuadrar con los horarios de apertura o bien porque no dejaban entrar a nuestro peludo amigo.
Vamos a hablaros un poquito de aquellos en los que nos hemos centrado más en este viaje.
Catedral de Toledo
Cabe destacar la Catedral Primada de Toledo, como uno de los símbolos más representativos de la ciudad.
Es espectacular. La vimos de día, de noche… caminando por el centro la puedes encontrar asomando entre las callejuelas.
De estilo gótico, se comenzó a construir en 1226 y su finalización data del X.V. Anteriormente en su lugar se encontraba la Catedral visigoda, que a su vez fue utilizada como mezquita. Se llama Catedral Primada por la importancia que tiene para el catolicismo en nuestro país.
No está permitido el acceso a perros, y la entrada tiene coste salvo algunas excepciones, y también hay variantes como visitas nocturnas (consultar su página web).
Caminando por la judería
Si algo nos ha gustado de Toledo es perdernos por sus recovecos… caminar por la judería con ese encanto especial que le dan las calles estrechas, los símbolos que afloran por todas partes…
La Sinagoga de Santa María la Blanca (S.XII) ha sido una grata sorpresa. La entrada cuesta 4 euros, no está permitido el acceso a mascotas, pero pudo esperarnos fuera con unos familiares… así que disfrutamos de su interior, que transmite algo muy especial.
Muy cerquita se encuentra la impresionante Sinagoga del Tránsito (S.XIV), este edificio ha tenido muchos usos y actualmente alberga el Museo Sefardí, con acceso gratuito los domingos por la mañana. Una oportunidad para introducirse en una de las culturas que habitaron Toledo a través de los objetos e informaciones que aquí se exponen.
Museo del Greco
A escasos pasos de este museo encontramos otro, dedicado al magnifico pintor y ubicado en un edificio que representa una típica casa toledana. También con acceso gratuito los domingos por la mañana.
De todos modos, siempre recomendamos confirmar este tipo de informaciones con la Oficina de Turismo, ya que según cuando viajes, puede haber variaciones. Además, podrán informarte de las opciones existentes para visitar la ciudad a disposición del viajero en ese momento.
El Alcázar
Otro monumento de suma importancia y que preside la zona más alta de la ciudad, es el Alcázar, el cual ya habíamos visitado en nuestro primer viaje.
Como ocurre en otros lugares, por aquí ha pasado mucha gente… pasaron los romanos, los musulmanes y finalmente los cristianos.
Es un edificio militar. Como detalle curioso, según nos cuentan, los Reyes Católicos lo utilizaron como palacio.
Actualmente alberga el Museo del Ejército y también encontramos en los pisos superiores la Biblioteca Borbón-Lorenzana.
En Toledo tienes que apuntar la vista a todos lados, sobretodo hacia arriba… así podrás ver los pasos entre edificios, llamados cobertizos, que comunicaban casas sin cortar las calles.
Nos hemos quedado con ganas de visitar el interior del Monasterio de Santo Domingo el Real, y la Ermita del Cristo de la Luz, antigua mezquita que data del S.X.
También hay muchísimas iglesias como la de Santo Tomé, San Sebastián, Santiago el Mayor, y un largo etcétera… que, sin duda son un motivo más para regresar.
Una noche de misterio
En cuanto a las actividades que hemos llevado a cabo, por la noche decidimos apuntarnos a una visita guiada, hay un montón de opciones, todas ellas muy interesantes… pero tenemos que decir que nos llama la atención todo aquello que lleva la palabra misterioso y por esta razón nos apuntamos a la ruta “Toledo Tenebroso”, con los chicos de “Paseos nocturnos por el Toledo Mágico”.
El trato con ellos estupendo. La explicación fue excepcional, el guía, muy profesional, lo contaba de tal manera que te sentías participe en todo momento de su relato, por no mencionar las sensaciones que te genera todo aquello que va precedido de la palabra “tenebroso”. Otro dato a tener en cuenta relacionado con esta visita es que incluye el acceso al “Museo de la España Mágica”.
Además, pudimos realizar la actividad completa con Bruce, por lo que para nosotros es 100×100 recomendable.
El Museo Iluziona
También visitamos el “Museo Iluziona”, una divertida y original experiencia que pudimos disfrutar también los tres, ya que los perros tienen el acceso permitido. Es un buen plan para hacer con niños, ya que es muy didáctico y entretenido.
Asómate a Toledo
No queremos dejar de recomendar el paseo por cualquiera de los miradores que circundan la ciudad, para poder admirar la bonita estampa que ofrecen. En esta ocasión nosotros disfrutamos de las visitas desde El Miradero, El Valle y El Alcázar.
Nos ha gustado encontrarnos en el plano de la ciudad con el Circo Romano (nos encanta esta época histórica), cuyos restos se mantienen en pie dentro de un bonito jardín, que por supuesto hemos visitado.
Antes de terminar con nuestra estancia echamos un vistazo el imponente Puente romano de Alcántara (S.III) sobre el rio Tajo. Al final del camino, y ya al otro lado del río, se encuentra el Castillo de San Servando, según se cree, de origen islámico, siendo actualmente es un albergue juvenil.
Grastronomía
Tanta cuesta requiere de mucha energía, y para ello qué mejor manera de reponer fuerzas que degustando los ricos platos que por aquí ofrecen… muy típicas las cancamusas (guiso de carne con tomate y guisantes), el cochifrito, el venado o los famosos y deliciosos mazapanes, por mencionar algunos.
Hay algún que otro restaurante “pet friendly”, y muchas terrazas que suelen ser la opción más socorrida para los que viajamos con perro, siempre y cuando el clima acompañe.
Toledo es una ciudad con mucho que contar.
Vete con ganas de caminar poque hay mucho que ver y que aprender.
Cansados pero contentos estamos seguros de que volveremos.
¡Hasta la próxima escapada!